16 de abril de 2007

Suscriben CNC y PRI pacto político

Isabel Zavala De la Rosa

Beatriz Paredes Rangel, presidenta del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Cruz López Aguilar, presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), firmaron un pacto político, comprometiéndose a desarrollar la construcción de una alianza nacional de fuerzas democráticas y progresistas, capaz de alcanzar los cambios de orden económico, político y social que reclama el país, además de promover una genuina política de estado para el campo, con el desarrollo del ejido como unidad económica productiva.
Fue así que el PRI se comprometió con la CNC a defender los derechos, intereses, propuestas, programas y proyectos de los productores rurales y campesinos mexicanos, para impulsar el desarrollo agropecuario en las entidades.
“La historia agropecuaria de México es la historia de la ausencia de oportunidades, lo que nos inconforma, por eso este pacto es un compromiso verdadero con los campesinos de nuestra patria”, afirmó Beatriz Paredes al celebrar el LXXXVIII aniversario luctuoso del general Emiliano Zapata.
Con dicho pacto, ambas instituciones informaron que exigirán a los gobiernos federal y estatales, así como a los legisladores priístas, un compromiso para tomar en cuenta los intereses de quienes trabajan la tierra. “Para el sector campesino es fundamental que los legisladores ratifiquen su compromiso con el movimiento campesino mexicano y con el desarrollo rural del país”, subrayó la dirigente priísta.
Asimismo, dio a conocer que ante la consulta encubierta que el gobierno federal realiza en el sector agropecuario para elaborar el Plan Nacional de Desarrollo, el PRI y la CNC efectuarán una reunión agropecuaria, con el objetivo de que técnicos especializados en el tema y dirigentes campesinos definan “su verdad sobre la política agropecuaria del país”.
“Reivindicaremos una política agropecuaria participativa, con presencia de los estados en la toma de decisiones, con atribuciones suficientes para los niveles locales y con respeto y verdadera interlocución de las organizaciones campesinas”, comentó.
Por su parte, el dirigente cenecista, Cruz López Aguilar, comentó que “el pacto del PRI con la CNC obedece a la urgente necesidad de sumar todas las fuerzas progresistas para defender a la sociedad rural y a la convicción revolucionaria de encabezar, como organizaciones políticas, la reivindicación de la clase campesina, hasta lograr su incorporación plena al desarrollo nacional”.
“Actuaremos vigorosamente en la defensa del patrimonio de los núcleos agrarios y haremos todo lo necesario para evitar la enajenación y la renta de tierras y aguas de los productores rurales y campesinos”, concluyó.
Se quejan productores de corrupción y coyotaje en la Ceda

Isabel Zavala De la Rosa

La Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del Distrito Federal, la Unión Nacional de Productores de Maguey y Nopal, así como productores de romeritos de San Andrés Mixquic, denunciaron que la corrupción en la Central de Abasto de la Ciudad de México (Ceda) y la extorsión por parte de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del DF y el Estado de México “es insoportable”, en especial en época de Semana Santa.
A través de la Confederación Nacional Campesina (CNC), José Jiménez López, presidente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del DF, subrayó la probabilidad de que los productores de romeros del DF dejen de sembrar este alimento por ser incosteable y presentar un desplome en su precio, llegando hasta dos pesos por kilogramo.
Por su parte, Genaro Reyes Del Águila, presidente del Comisariado Ejidal del Pueblo de San Andrés Mixquic, comentó que “su calvario” inicia cuando al dirigirse a la Central de Abasto del DF, son extorsionados por elementos de la SSP del DF, principalmente de las delegaciones Iztapalapa y Xochimilco, así como por policías del Estado de México, quienes les piden de 500 a mil pesos, con argumentos como "hoy no circula" y "no tienen los documentos o permisos para transportar productos del campo", entre otras “violaciones” al reglamento de tránsito.
Asimismo, reveló que los comerciantes de la Ceda “están al acecho”, principalmente con los productos de temporada. “Hace tres años el bulto de 60 kilos de romero se comercializaba en 900 pesos, actualmente quieren pagar sólo 40 pesos y hasta menos”, explicó.
Del mismo modo, el presidente de la Unión Nacional de Productores de Maguey y Nopal, Ciro Ríos Lara, señaló que más de 16 mil nopaleros tienen presencia en 17 estados del país, cubriendo una extensión de 10 mil 500 hectáreas con una producción de 600 mil toneladas anuales; “sin embargo, al carecer de mercados y de incentivos para sembrar y cuidar la planta, los pocos que cosechan son absorbidos por coyotes o intermediarios y por las desigualdades del mercado”.
“Debido a que los productores no tienen permiso para vender directamente en centrales de abasto, en mercados públicos o al consumidor, comercializan los nopales a los coyotes, quienes a su vez los revenden a precios muy altos, llegando al consumidor encarecido hasta en un 100 por ciento. Por ejemplo, cinco nopales en una bolsa de plástico, se venden hasta en 10 pesos”, aseguró.
Finalmente, comentó que en el DF, Milpa Alta es el principal productor de nopal con 7 mil hectáreas de las 28 mil que existen para el cultivo, contando con 8 mil campesinos dedicados a este cultivo y una producción anual de 350 mil toneladas, únicamente para el mercado nacional.
¿Continúa pacto de estabilización a precios de la tortilla?

Isabel Zavala De la Rosa

Instancias del gobierno federal plantearon a los representantes de las organizaciones de propietarios de molinos y tortillerías la continuación del pacto de estabilización de los precios de la tortilla, así lo anunció el presidente de la Unión Nacional de Industriales de Molinos y Tortillerías, Lorenzo Mejía Morales.
Comentó que los delegados de la Secretaría de Economía (SE) y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), plantearon que prevalezcan los precios concertados de 3 mil 500 pesos por tonelada de maíz y 8 pesos con 50 centavos por kilogramo de tortilla.
No obstante, Mejía Morales argumenta que “esa estructura no es realista, pues asegura que los precios del maíz sólo llegaron a 3 mil 500 pesos por tonelada en algunas plazas y por unos cuantos días. Actualmente, los precios oscilan entre 3 mil y 3 mil 300 pesos por tonelada de maíz en el Valle de México y de 2 mil 800 en el Bajío y Jalisco. Eso ha permitido mantener el precio de la tortilla alrededor de los 8.50 pesos por kilo”.
Agregó que la cosecha sinaloense establecerá la nueva estructura de precios de la cadena maíz-tortilla, pues dijo, es el único granero abundante durante el segundo semestre del año.
Advirtió que de aceptarse el precio planteado, el maíz se encarecerá trayendo por consecuencia un mayor costo sobre la tortilla.
Por otra parte, apuntó que las ventas a bajo costo de maíz a industriales, así como de tortilla subsidiada a consumidores en zonas de pobreza, ya no existen, “sólo quedan mecanismos de apoyo para los agricultores y algunos subsidios a los fletes de la cosecha de Sinaloa”.
Debido al encarecimiento de la tortilla, aunado a los nuevos costos que absorbieron en los mercados, los ajustes previstos para dicha cosecha incluirán un aumento cercano de un peso por kilo de tortilla en las plazas más importantes del país, aseguró Mejía Morales.
Denunció que los precios de los únicos apoyos que se han planteado explícitamente son a través de ASERCA, la cual subsidia parcialmente fletes para la movilización de la cosecha. Abundó que la institución cobra a los pequeños industriales 80 pesos por tonelada para adherirse a su convenio; no obstante, para grandes operadores son prácticamente gratuitos. “Esos apoyos no son transparentes, y tienen como beneficiarios a grandes empresas que simplemente aumentan sus tasas de ganancias”, subrayó.
Por último afirmó, “estos medios de sostener el precio de la tortilla son aislados y fragmentarios, y desde luego, no tienen alcances para estructurar un mercado que atienda seriamente las necesidades de la mayoría de la población”.
Sabor, color y alegría

Icono de la gastronomía mexicana, el chile complementa cualquier platillo dándole sabor, anima la comida, le da color y alegría resaltando sus cualidades.
Un buen taco de pastor, suadero o barbacoa, una quesadilla, un pambazo o un suculento huarache no pueden prescindir de una deliciosa salsa roja o verde, y qué sería de una torta de milanesa o de pierna sin unas rajitas en escabeche o un buen chile chipotle, qué pasaría si las enchiladas, el chicharrón en salsa verde, la tinga, las tortas ahogadas o los tamales verdes no picaran, o si no se pudiera disfrutar de un totopo embarrado de guacamole bien picoso, sencillamente los sabores serían otros y México no tendría la fama de poseer una de las mejores culturas culinarias.
En nuestro país, los chiles se consumen frescos, fritos, asados, en conservas o triturados, provocando sensaciones en el gusto que no pueden ser calificadas como dulces o saladas, sino simplemente como picantes. El escozor en la boca, que modifica y a veces hasta predomina sobre otros sabores, es lo que le da razón de ser a platillos tan típicos como el mole, el caldo tlalpeño, la pancita, o los indispensables chilaquiles. En México no se concibe un taco dorado o un sope sin salsa, mucho menos jícama, pepinos o esquites sin chile piquín, ni siquiera las sopas instantáneas se salvan de un buen chorro de salsa.
Tan importante es el chile en la alimentación de los mexicanos que en todos restaurantes de comida extranjera se complementa la mesa con alguna salsa o chiles en diversas presentaciones para que el comensal los agregue al gusto; en los restaurantes de comida rápida se entregan, junto con la orden, bolsitas de salsa sabor jalapeño; y así existen infinidad de ejemplos, lo trascendental es que un mesa mexicana siempre contará con la presencia del chile, ya sea en los platillos o como aderezo para los mismos.

Datos interesantes

La planta de chile, de tallo leñoso, forma normalmente un arbusto de hasta 150 centímetros de altura y las flores son blancas o verdosas en la mayoría de las variedades.
El fruto —técnicamente una baya— cambia en coloración y tamaño de acuerdo a la variedad; puede ser cúbico, cónico o esférico. De interior hueco, está dividido en dos o cuatro costillas verticales interiores que portan las semillas, generalmente de color amarillo pálido, pero también las hay negras; sin embargo, la mayor cantidad de semillas se aloja en la parte superior, junto al tallo. La carnosidad del chile también varía según la especie.
Cuando el fruto madura, sus colores abarcan, dependiendo de la especie, desde blanco y amarillo hasta morado intenso, pasando por naranja, rojo brillante y lavanda; el color verde es señal de inmadurez, aunque muchas especies se consumen también de ese modo.
En México se le denomina chile (del náhuatl ch_lli), pero en el caribe y otros países latinoamericanos también se le conoce como ají.
Para su cultivo es necesaria una temperatura ambiente media de 20° C, sin demasiados cambios bruscos y con una tasa de humedad no muy alta; requiere gran cantidad de luz, sobre todo durante el primer periodo de crecimiento después de la germinación. Los suelos ideales son aquellos que poseen buen drenaje, con presencia de arenas y materia orgánica. Todos estos requerimientos hacen que sean cultivados en invernaderos, donde el manejo de las condiciones exteriores son más controlables.
Cabe destacar que el chile es considerado un estimulante natural, se cree que es capaz de curar ciertos dolores, despierta el apetito, aminora los efectos de la gripa, ayuda a desechar toxinas (porque hace sudar), y se dice que hasta es de gran efectividad para sobrellevar la "cruda"; no obstante, lo que sí está comprobado es que el chile contiene cantidades importantes de vitamina C y diversos minerales, indispensables para una buena nutrición.

1 de abril de 2007

Mejorarán plantas de producción

Invierte Monsanto 24 mdd en México

Isabel Zavala De la Rosa

A fin de ampliar su infraestructura y mejorar las plantas de producción en México, en los próximos 18 meses la empresa de productos agrícolas Monsanto invertirá 24 millones de dólares en nuestro país, lo que se verá reflejado en la producción de semillas de la más alta calidad, que ayudarán a incrementar la productividad del agricultor mexicano, informó Jesús Madrazo Yris, presidente y director general de Monsanto Latinoamérica Norte, empresa dedicada al desarrollo de productos para optimizar la producción agrícola, tales como semillas híbridas de maíz, sorgo, soya y algodón.
A través de un comunicado, Madrazo Yris aseguró que durante los últimos tres años, Monsanto México ha invertido 10.6 millones de dólares en adquisición de equipo, así como la construcción y mejoramiento de las instalaciones donde se lleva a cabo la investigación y el desarrollo de productos que la compañía maneja en el país, “lo que derivará en beneficios adicionales para los más de un millón de agricultores mexicanos que actualmente emplean dichas tecnologías”.
“Estas semillas son desarrolladas, producidas y comercializadas en México, proporcionando a los agricultores uno de los mayores rendimientos a nivel global”, agregó.
Indicó que esta inversión en infraestructura es adicional a los 10 millones de dólares que Monsanto anualmente destina a la región para el desarrollo de semillas de maíz y otros cultivos, lo que posiciona a esta compañía como líder en investigación en el país.
En cuanto a los planes y perspectivas que la firma tiene para México, Madrazo Yris comentó que se contempla el desarrollo de una zona de producción de semilla parental en Baja California, “lo que detonará la generación de empleos y el desarrollo productivo de la zona en este tipo tecnologías”.
Finalmente, el directivo comentó que la compañía continúa con su compromiso de desarrollar tecnologías que contribuyan a incrementar la producción de maíz en México y avanzar para garantizar la seguridad alimentaria del país.