16 de abril de 2007

Se quejan productores de corrupción y coyotaje en la Ceda

Isabel Zavala De la Rosa

La Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del Distrito Federal, la Unión Nacional de Productores de Maguey y Nopal, así como productores de romeritos de San Andrés Mixquic, denunciaron que la corrupción en la Central de Abasto de la Ciudad de México (Ceda) y la extorsión por parte de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del DF y el Estado de México “es insoportable”, en especial en época de Semana Santa.
A través de la Confederación Nacional Campesina (CNC), José Jiménez López, presidente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del DF, subrayó la probabilidad de que los productores de romeros del DF dejen de sembrar este alimento por ser incosteable y presentar un desplome en su precio, llegando hasta dos pesos por kilogramo.
Por su parte, Genaro Reyes Del Águila, presidente del Comisariado Ejidal del Pueblo de San Andrés Mixquic, comentó que “su calvario” inicia cuando al dirigirse a la Central de Abasto del DF, son extorsionados por elementos de la SSP del DF, principalmente de las delegaciones Iztapalapa y Xochimilco, así como por policías del Estado de México, quienes les piden de 500 a mil pesos, con argumentos como "hoy no circula" y "no tienen los documentos o permisos para transportar productos del campo", entre otras “violaciones” al reglamento de tránsito.
Asimismo, reveló que los comerciantes de la Ceda “están al acecho”, principalmente con los productos de temporada. “Hace tres años el bulto de 60 kilos de romero se comercializaba en 900 pesos, actualmente quieren pagar sólo 40 pesos y hasta menos”, explicó.
Del mismo modo, el presidente de la Unión Nacional de Productores de Maguey y Nopal, Ciro Ríos Lara, señaló que más de 16 mil nopaleros tienen presencia en 17 estados del país, cubriendo una extensión de 10 mil 500 hectáreas con una producción de 600 mil toneladas anuales; “sin embargo, al carecer de mercados y de incentivos para sembrar y cuidar la planta, los pocos que cosechan son absorbidos por coyotes o intermediarios y por las desigualdades del mercado”.
“Debido a que los productores no tienen permiso para vender directamente en centrales de abasto, en mercados públicos o al consumidor, comercializan los nopales a los coyotes, quienes a su vez los revenden a precios muy altos, llegando al consumidor encarecido hasta en un 100 por ciento. Por ejemplo, cinco nopales en una bolsa de plástico, se venden hasta en 10 pesos”, aseguró.
Finalmente, comentó que en el DF, Milpa Alta es el principal productor de nopal con 7 mil hectáreas de las 28 mil que existen para el cultivo, contando con 8 mil campesinos dedicados a este cultivo y una producción anual de 350 mil toneladas, únicamente para el mercado nacional.

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