31 de julio de 2007

Bendita tu luz

Bendito el lugar y el motivo de estar ahí,
bendita la coincidencia.
Bendito el reloj que nos puso puntual ahí,
bendita sea tu presencia.

Benditos ojos que me esquivaban,
simulaban desdén que me ignoraba
y de repente sostienes la mirada.
Bendito Dios por encontrarnos
en el camino y de quitarme
esta soledad de mi destino.

Gloria divina de esta suerte,
del buen tino,
de encontrarte justo ahí,
en medio del camino.
Gloria al cielo de encontrarte ahora,
llevarte mi soledad
y coincidir en mi destino,
en el mismo destino.

Bendita tu alma y bendita tu luz.
Tu mirada.

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