El rezago biotecnológico es culpa de la indecisión gubernamental: CNA

Isabel Zavala De la Rosa

El rezago que afecta a México en materia de biotecnología agrícola se debe a la indecisión de las autoridades de Agricultura, aseguró Jaime Yesaki Cavazos, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA).
Fue así que durante la inauguración del Foro Global Agroalimentario 2007, convocó a las autoridades de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) a que finalicen el análisis en el tema, para saber si los productores de México tendrán o no acceso este tipo de avances.
“El reglamento de transgénicos no se ha podido presentar después de dos años de haber sido votada la Ley de Bioseguridad. No tenemos ningún reglamento que nos permita expedir permisos para experimentar con organismos genéticamente modificados, aun cuando esto significaría una alternativa para el país y no un cambio de una semilla por otra”, declaró el dirigente.
“Como país no hemos sido capaces de tomar una determinación”, afirmó el líder y recalcó, “México presenta un importante rezago, pues cuando en otros países ya están preparándose para la llegada de la segunda generación de semillas exclusivas para producir bioenergéticos, nosotros aún estamos en la definición y análisis de si le vamos a entrar o no”.
En términos de investigaciones, agregó, existen estudios en los que se rescata que más de cuatro millones de hectáreas que producen anualmente 2.1 toneladas por hectárea de maíz pueden elevar su rendimiento al doble; mientras en México tenemos un impresionante déficit de producción de granos forrajeros y oleaginosas de más de 15 millones de toneladas anuales, por lo que la biotecnología es una buena alternativa.
Al concluir, Yesaki Cavazos enfatizó, “la crisis que vive el campo no es producto de esta administración, el rezago es ancestral, por lo que necesitamos un política de estado para que nuestro país pueda ser productivo, tener acceso a la transferencia de tecnología, acceso a semillas mejoradas, capacitación de productores y crear una cultura de asociacionismo, pues los productores nos asociamos políticamente pero no productivamente”.