1 de septiembre de 2007

Declina producción de arroz

Se tienen registros de que el cultivo del arroz comenzó hace casi 10 mil años en varias regiones húmedas de Asia tropical y subtropical. Al parecer fue en la India donde por primera vez se cultivó el arroz, debido a que en dicho país abundaban los arroces silvestres; sin embargo, el desarrollo del cultivo tuvo lugar en China.
Según la Confederación Nacional Campesina (CNC), en México los estados productores de arroz son Campeche, Chiapas, Colima, Estado de México, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz, destacando Campeche, Tabasco y Veracruz con alrededor del 60 por ciento del total, pero fundamentalmente de temporal.
No obstante, la infraestructura agrícola en malas condiciones o nula, la excesiva fragmentación del campo arrocero, la falta de financiamientos expeditos, suficientes y oportunos, el hecho de que no exista una política de comercio interno (sobre todo en insumos), la falta de programa y proyecto de inversión y transferencia de tecnología, el bajo uso de semilla certificada (25 por ciento), el uso de maquinaria obsoleta y en mal estado y la falta de infraestructura post-cosecha, son factores que afectan la competitividad de los productores mexicanos, asegura la CNC.
Pero al parecer, la mayor desventaja del sector es la falta de investigación, infraestructura hidroagrícola y post-cosecha, que proporcione al productor el ingreso a la modernidad varietal, tecnología y comercio, así como obtener valor agregado en la determinación de la calidad de su producto e inclusive integrarse en la etapa hasta el consumidor final.
La confederación indica que hasta 1988, nuestro país fue autosuficiente en la producción de arroz, año en que inició la apertura comercial del país. Su entrada a la Organización Mundial de Comercio (OMC) y la firma del TLCAN, afectaron la producción nacional, “debido a la acelerada liberación de las importaciones y la desgravación arancelaria que se adoptó sin tomar en cuenta las enormes diferencias competitivas con productores de otros países exportadores”.
Fue así que a partir de 1989 y posteriormente en 1994 con la firma del TLCAN, las importaciones de arroz blanco pulido asiático, propiciaron una caída de la producción mexicana. El arroz asiático fue desplazado por arroz cáscara (palay) estadunidense, evitándose el cierre de los pocos molinos arroceros que aún existían; no obstante, estos molinos adquirían cada vez menos cosecha nacional, debido a que los precios altamente subsidiados del arroz norteamericano distorsionaron el precio en el mercado interno.
La apertura comercial y las políticas subsidiarias de Estados Unidos, indujeron una reducción de la superficie sembrada por la falta de rentabilidad y la quiebra de industrias molineras durante el periodo de ingreso de arroz asiático pulido, provocando simultáneamente la pérdida de empleos directos e indirectos, crecimiento acelerado de importaciones, pérdida de la autosuficiencia en el grano y que México contara exclusivamente con dos variedades de grano grueso (Milagro Filipino y Morelos), mismos que fueron las que sostuvieron la producción para un sector del país que demanda estas variedades mexicanas; cuando en el 80 por ciento del país se empezó a consumir arroz delgado grano largo tipo Sinaloa, provocando la desarticulación de la cadena productiva del arroz (Productor-Molino-Envasador-Distribuidor).

MOLINOS ESTABLECIDOS EN MÉXICO

1988 1991 1996 2000 2004 2006
70 61 36 25 21 21


Comportamiento de la producción de arroz palay (cáscara) en México

1988 1961 1996 2000 2004
808,000 ton 347,000 ton 310,000 ton. 240,000 ton 285,000 ton
3.7 ton/ha 4.10 ton/ha 4.3 ton/ha 4.0 ton/ha. 4.5 ton/ha

2006
295,000 ton
4.6 ton/ha

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